Ante todo resaltar que el hatha-yoga nunca es competitivo, ni siquiera con uno mismo, y que mediante sus elaboradas y solventes técnicas trata de trabajar conscientemente sobre le cuerpo para armonizar las energías y otorgarle estabilidad y calma a la mente. En este sentido juegan un papel muy destacado las posturas ejecutadas en tres fases: hacer, mantener y deshacer. La fase estática de las posiciones (asanas) es verdaderamente esencial para que se pueda ejercer esa triple y benéfica acción: cuerpo-energías-mente.
En la medida en que se estabiliza el cuerpo se van evitando las fluctuaciones mentales y se desencadena otro tipo de consciencia de sí. Se cumple el antiguo adagio de «por la conquista del cuerpo a la conquista de la mente» o aquel otro de «el hatha-yoga es una escalera para llegar al radja-yoga».
El practicante, de acuerdo a su capacidad, va aumentando el tiempo de detención gradualmente. La detención nos permite por un lado intensificar los masajes y estiramientos, la acción sostenida sobre las glándulas y los plexos nerviosos, pero además, por otro, nos ayuda a sumergirnos en nosotros mismos, inhibir los pensamientos mecánicos y radicarnos en el «observador» atento y ecuánime.
El trabajo consciente sobre el cuerpo cumple así todo su cometido. Incluso las personas que practican modalidades de yoga dinámico, deberían también trabajar en otras sesiones con las fase estática de los asanas y se percatarían del gran poder que tienen las posiciones incorporando la fase estática. Al establecernos en posiciones que no son las habituales y mantenerlas, éstas mismas cooperan de manera muy eficiente en la desautomatización y en el acrecentamiento de la consciencia.
Tras la práctica de los asanas deben siempre seguir unos minutos de ejecución de pranayama y concluir la clase con una sesión de Savasana o relajación profunda. Tambien forman parte del genuino hatha-yoga las técncias de purificación e higiene corporal y las de acción neuromuscular (mudras) y de regulación de las energías (bandhas).
El hatha-yoga original es un método muy completo de acción psicosomática, pero también de elevación espiritual y unificación mental.